Cuando leo sobre emprender, se suele hablar del riesgo que
supone, de lo mucho que hay que trabajar para llegar a la rentabilidad, de lo
difícil que es conseguir financiación…Y todo esto es verdad.
Pero hoy me quiero centrar en las satisfacciones que hacen
que compense con creces ser emprendedor o, por lo menos, intentarlo una vez en
la vida. Para ello hice la pregunta en twitter y obtuve decenas de respuestas
que he podido resumir en 10 puntos.
1. La oportunidad
de “ser”
Sobre todo de sentirte dueño de tu propio destino. Como dijo
Nelson Mandela: “Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma”. Es como
escribir el guión de tu vida donde tienes la ilusión, la fuerza y la libertad
de poder visualizar tu sueño. Consigues un mayor conocimiento de ti mismo y una
sensación de mayor dominio de tu vida y de tu tiempo, aunque la mayor parte de
éste, lo pases trabajando.
2. Poder elegir a
gente excepcional con la que trabajar
Emprender significa el lujo de poder rodearte de un equipo
de gente que eliges tú y que cada día aporta ideas y pasión a tu sueño,
creando, sumando y persistiendo contigo. Probablemente ayudarás a los miembros
de equipo a crear recuerdos y experiencias, la mayoría buenas, que durarán toda
la vida. Y además…tienes el orgullo de crear puestos de trabajo.
3. Tener la
oportunidad de agregar valor
Grande o pequeño, en la vida de la gente, que antes no
tenían. Estás generando riqueza. En definitiva somos mejoradores y no
protestones.
4. Tomar decisiones
sin miedo al fracaso y probar distintos caminos con libertad
No tienes que pedir permiso para intentar soluciones locas
ni para cambiar las cosas que no funcionan. Y como decía Jobs: “Es más
divertido ser un pirata que unirse a la armada”
5. Cuidar y
satisfacer a los clientes y que te paguen por ello.
¿Y la ilusión que te da cuando entra un nuevo cliente? Es
como si fuera siempre el primero. Es una gran satisfacción recibir el pago por
el valor entregado. Y que se repita y se repita…
6. Sentir el
cariño, apoyo y paciencia de nuestra familia y amigos en los momentos duros. Esto te hace ver la gente que te quiere de verdad.
7. La alegría de
ver un rayo de luz después de un día oscuro
Hay días muy malos en la vida de un emprendedor. Días en los
que las cosas salen mal, pero de repente hay un día esplendoroso. Ese día
merece la pena por todos los demás. ¡Hay que celebrarlo!
8. Y además, puedes
ganar dinero e independencia financiera
Sí, después de tanto trabajo, es posible ganar dinero
emprendiendo. Y a veces, cuando el proyecto es muy bueno, mucho dinero. ¿Por
qué no?
9. La satisfacción
de conocer y compartir problemas y alegrías con otros emprendedores
La verdad, es que existe la solidaridad entre emprendedores.
Como todos sabemos lo que cuesta sacar los proyectos adelante y lo hemos tenido
muy difícil, se suele ser solidarios con otros emprendedores y echarles una
mano si se puede. Así conoces a gente creativa, con pasión, trabajadora,
inteligente…que les hace ser muy especiales.
10. Además no te
pones enfermo porque no te puedes poner enfermo…
No sé si será por pura responsabilidad pero conozco a pocos
emprendedores que se pongan enfermos o que se tomen bajas. Ese sentido de la
responsabilidad, ¿nos hace inmunes a las enfermedades? No lo sé, el caso es que
cuando te sientes mal, te tomas una aspirina y ¡palante! Acaba pasando… No
tienes tiempo para ponerte enfermo.
Conclusión, hay una frase que se aplica a los emprendedores:
“Encuentra un trabajo
que te apasione y no tendrás que trabajar en la vida”
Es decir, levántate cada mañana con la ilusión de que estás
haciendo lo que quieres y siéntete feliz.
Excelente artículo,
ResponderEliminarPara mi, manejar tu propio horario no tiene precio, aunque como emprendedor trabajamos mucho más de la jornada semanal.