lunes, 27 de junio de 2011

Emitieron solo 4137 Cheques Cancelatorios


Por: Florencia Lendoiro (Ambito Financiero)

Desde que se pusieron en funcionamiento el 23 de noviembre del año pasado se emitieron 4.137 cheques cancelatorios. En total, estos instrumentos lanzados para evitar el uso de efectivo, sumaron un monto total de $ 626 millones. Y aunque según el Banco Central la cantidad demandada hasta ahora cumple con las expectativas de la entidad, en las inmobiliarias -donde se esperaba la mayor utilización de estos cheques para las compra-ventas de propiedades- aseguran que su uso no está aceitado y es casi nulo.

Armando Pepe, fundador de la Cámara Inmobiliaria Argentina, resume lo que confirman otros operadores del sector, que todavía el público no se acostumbra a utilizar este nuevo medio de pago. «Como es tradición, los vendedores quieren recibir los dólares en la mano. Les parece más seguro. Además, para pedir uno de estos documentos hace falta tener cuenta en un banco y el dinero depositado ahí, y muchas veces esa no es la situación del comprador», explicó a este diario.

Por eso, no es abrumadora la cantidad de cheques emitida en dólares (lo que supone su uso para la compra de propiedades en mayor medida), sino que apenas supera la mitad del total. En moneda norteamericana se libraron 2.377 cheques (un 57%), por un valor total de u$s 127,4 millones. En pesos, en cambio, se emitieron 1.760 por $ 115,7 millones.

Los cheques cancelatorios fueron bien recibidos al ser anunciados ya que tenían el objeto de reducir el uso del dinero en efectivo y aumentar la seguridad en las operaciones bancarias, después de que se produjeron una serie de «salideras», y como parte de un plan para aumentar la bancarización que motorizó el Banco Central.

Estos papeles son gratuitos y pueden ser emitidos en pesos o en dólares, para el caso de operaciones inmobiliarias. Se piden en cualquier entidad financiera del país en la que se tenga una cuenta y firma registrada. Así, el banco libra el cheque que puede ser de entre $ 5.000 y $ 400.000 o de entre u$s 2.500 y u$s 100.000. Para completar un monto superior, el cliente puede pedir otro cheque por la cifra restante.

Desde las inmobiliarias aseguran que hay algunos detalles del funcionamiento de los cheques cancelatorios que hacen que cuando aconsejan usarlos, muchas veces los clientes prefieren no hacerlo. Por ejemplo, una persona física puede adquirir uno de estos cheques entregando dólares en efectivo, sin necesidad de que se debiten de una cuenta. En cambio, una persona jurídica (que sólo puede adquirirlos en dólares) debe obligatoriamente tener el dinero en una cuenta y utilizar el débito para adquirirlo.

Algo similar sucede cuando desea cobrarlo. Cualquier persona física puede hacerlo en el banco que tenga cuenta, pero las personas jurídicas que reciben uno de estos medios de pago sólo pueden depositarlos en su cuenta. Por esto, las empresas que deciden aceptarlo en una operación deben pagar el impuesto al cheque, del que están exceptuadas las personas físicas.

Algunos de estos detalles hacen que el ritmo de emisión de cheques cancelatorios no haya aumentado a medida que pasa el tiempo. De hecho, en la primera semana de vigencia se habían librado 139 documentos mientras que actualmente, siete meses después de lanzados, el promedio es el mismo, de cerca de 600 por mes.

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