Martín Elicagaray y Tomás Ramos Mejía Foto: Eduardo Carrera / AFV |
Dos jóvenes idearon un sistema para que los usuarios puedan
hacer trámites y controlar gastos desde una PC
Por Matías Asconapé | Para
LA NACION
Tener una idea que revolucione el gran universo de Internet
es algo con lo que muchos emprendedores del área de tecnología sueñan cada
noche. Sin embargo, en muchos casos los proyectos pierden fuerza por ser
complejos y difíciles de aplicar. Y, a causa de ello, muchos quedan en el
camino.
Keep it simple, reza el refrán. La vieja receta de mantener
la idea sencilla e intentar darle un toque desconocido a lo que ya existe es
uno de los métodos más poderosos para coronarse en la Red.
Dan cuenta de ello Tomás Ramos Mejía y Martín Elicagaray,
ambos de 31 años, quienes hace un año fundaron la empresa Simple Solutions,
cuyo objetivo más relevante es brindar soluciones simples y flexibles para mejorar
la comunicación de administradores e intendencias de consorcios de edificios,
barrios cerrados y countries.
La idea nació a partir de las dificultades que enfrentaban
los dos socios en su vida diaria. Martín vivía en un barrio cerrado y no podía
entender cómo era posible que nunca se enterase de lo que ocurría en el club.
En cambio, Tomás era el administrador del consorcio del
edificio donde estaba su departamento y tenía la misma dificultad. "Fue
así como empezamos a pensar cómo podríamos satisfacer esa necesidad y darle un
valor agregado", apunta Ramos Mejía.
Juntos comenzaron a idear un programa orientado a la
comunicación privada entre los propietarios. La idea era crear un sistema online orientado
al control y seguimiento de administraciones de consorcio.
Luego, con el tiempo, se dieron cuenta de que también podían
agilizar muchas actividades que suelen ser tediosas en los barrios cerrados o
edificios, como autorizar una visita.
El funcionamiento es simple. Los usuarios ingresan en el
sistema a través de una clave personal en cualquier momento del día y se
enteran de las novedades, leen el reglamento interno o acceden al detalle de
las expensas. Los usuarios también pueden reservar el salón de usos múltiples
(SUM), las canchas de tenis o de fútbol, la parrilla, o autorizar el ingreso de
invitados, entre otras funciones.
PROYECTO AFIANZADO
Todo desde una computadora. "Es un sistema integral de
comunicación que permite ahorrar tiempo. La idea es simplificar y
agilizar", cuenta Tomás, que se recibió de administrador de empresas en la Universidad de Buenos
Aires.
Hoy, el proyecto ya se afianzó. El producto es un sistema
cerrado que se adapta a las necesidades y características de cada cliente. Con
una inversión inicial de 70.000 pesos, luego de un año ya cuentan con más de
4000 usuarios, que pagan alrededor de 4 pesos por mes. En 2012 planean duplicar
la facturación.
Hoy el negocio está focalizado en barrios cerrados y
condominios con amenities , que son los que mejor aprovechan el
sistema, aunque planean extenderlo también a edificios comunes. Entre los
principales clientes están Talar del Lago, Costa Verde, Buen Retiro y Laguna
del Sol.
A su vez, cuentan con varios proyectos a futuro.
"Queremos lograr la expansión del sistema en el interior del país, en
Chile y en Uruguay", proyecta Ramos Mejía. De hecho, cuenta, en pocos
meses comenzarán a hacer operativo el sistema en algunos sitios de Chile
Al igual que otros emprendedores, el proceso no fue fácil
para los dos jóvenes porteños. "Enfrentamos las dificultades lógicas de
todo nuevo emprendimiento, desde una estructura y un capital de trabajo acotado
hasta retrasos en los tiempos previstos para el lanzamiento", cuenta
Tomás.
A pesar de ello, la buena reacción de los clientes siempre
avivó el fuego para seguir con paso firme. "Tuvimos que luchar contra
nuestras propias ansiedades, pero teníamos claro que debíamos trabajar duro
porque sabíamos que los resultados iban a llegar tarde o temprano",
subraya Ramos Mejía.
APOYO OFICIAL
Al principio, comenzaron a reunirse después del trabajo. En
medio del proceso de gestación les surgió la posibilidad de participar en el
programa Buenos Aires Emprende, un programa del gobierno de la ciudad para
apoyar nuevos emprendimientos.
"La experiencia nos obligó a sentarnos a armar un plan
de negocios y nos dimos cuenta de que si queríamos desarrollar este negocio,
debíamos invertir más tiempo", explica Tomás.
Luego de ser seleccionados como uno de los ganadores del
programa, accedieron a una financiación y tutorías.
Poco después, ambos socios comenzaron a trabajar todo el día
en el proyecto, en un proceso que incluía tener reuniones periódicas con
posibles clientes de consorcios y barrios cerrados.
"Fue el puntapié inicial que nos permitió comenzar
seriamente a transformar una idea en un proyecto, no sólo por el apoyo
financiero, sino también por la asistencia a través de las tutorías",
sostiene Ramos Mejía.
Actualmente reciben apoyo de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa
y Desarrollo Regional (Sepyme), del gobierno nacional, para el desarrollo de
nuevas funciones, inversión en equipamiento y comunicación.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos para 2012 será
conseguir capital. "Buscamos inversores que nos permitan potenciar el
crecimiento que hemos tenido en el último trimestre de este año. Hasta el
momento, la financiación que habíamos logrado era a través de programas del
gobierno nacional y de la
Ciudad ", cuenta Ramos Mejía.
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