La Conferencia Hábitat III de las Naciones
Unidas (ONU) dejó planteada una Nueva Agenda Urbana, que guiará la
labor global en torno a la Vivienda y el Desarrollo Urbano para las próximas
dos décadas. La mecánica de estas “Agendas”
busca definir pautas para la labor cotidiana de los actores individuales, sobre
criterios y prioridades compartidos.
Ahora bien, mientras las instituciones del
mundo entero están consensuando lineamientos para la ciudad y la vivienda, la
actividad urbana-inmobiliaria - como sector responsable de producir y gestionar
a diario la ciudad y sus espacios- no puede permanecer ajena. En línea con los
desafíos del desarrollo a nivel global, con la mirada en nuestra realidad más
allá de la coyuntura, proponemos construir en conjunto una Nueva Agenda Inmobiliaria.
Claves de trabajo
En las notas previas se propuso hacer propia
la Visión consensuada en ONU-Hábitat respecto a la ciudad y el desarrollo; una
serie de criterios de partida; y el compromiso de orientar la actividad urbana-inmobiliaria hacia
tres principios rectores: inclusión, diversidad y sustentabilidad.
Para
la bajada de esas pautas al día a día, proponemos en tanto tres claves de trabajo:
-
Gestión en redes, profundizando la
articulación horizontal y vertical de la cadena de valor, y los esquemas de
cooperación entre los actores públicos, sociales y privados;
-
Comprometida con el desarrollo en línea a una planificación
estratégica de las ciudades y una gestión integrada del territorio, promoviendo
ciudades compactas, mixtas y conectadas, y la articulación sustentable de las
áreas metropolitanas y los vínculos urbano-rurales;
-
Innovadora en sus propuestas espaciales como
en los modelos de negocios, financieros y de gestión, atendiendo a la vez al desarrollo
de capacidades en la cadena de valor, la construcción colaborativa de
conocimientos y una gestión abierta de la información.
También
en este caso, las propuestas para la actividad urbana-inmobiliaria y esta Nueva
Agenda inmobiliaria desde el sector privado, estarían alineadas con las pautas
de ONU-Hábitat:
Revisando paradigmas
Como
es lógico si aspira a impulsar cambios reales, la Nueva Agenda Urbana
cuestiona miradas y prácticas habituales en todos los sectores. La actividad
privada no es excepción; ciertos puntos desafían a revisar criterios que normalmente
asumimos como inamovibles. Entre ellos:
-
Operar
enfoques integrales en torno a la vivienda, e integrados hacia un desarrollo
urbano inclusivo y sustentable, preservando y fortaleciendo los recursos
ambientales y culturales.
-
Repensar
los sistemas de propiedad, considerando el paso de la propiedad privada
dominante a otras opciones de tenencia y renta a fin de mejorar el stock de
vivienda accesible.
-
El
rol central del espacio público, y el valor del patrimonio y las dimensiones
culturales.
-
La
función social y ambiental del suelo, impulsando un desarrollo territorial
equilibrado con densidad, usos mixtos y mejora de las infraestructuras y de la
vinculación urbano-rural
-
La
determinación, monitoreo y gestión social de la plusvalía derivada del
desarrollo urbano
El
desafío común del desarrollo se juega en la ciudad. Como sector, como cadena de
valor somos los responsables de producirla y gestionarla: ante un marco global
renovado para las próximas décadas, es tiempo de pensar juntos una Nueva
Agenda Inmobiliaria.
A
través de sucesivas notas, desde este espacio fuimos sumando algunas primeras
propuestas. Nos queda la tarea de avanzar en el debate sobre los aspectos
particulares. Por lo pronto la inquietud, y algunas primeras líneas generales, quedan
sobre la mesa.
Arq. Marcelo G.
Satulovsky, MDI
@marcelosatu |
Oct.2016
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