sábado, 10 de diciembre de 2016

Hacia una nueva agenda inmobiliaria - Claves de Trabajo

La Conferencia Hábitat III de las Naciones Unidas (ONU) dejó planteada una Nueva Agenda Urbana, que guiará la labor global en torno a la Vivienda y el Desarrollo Urbano para las próximas dos décadas. La mecánica de estas “Agendas” busca definir pautas para la labor cotidiana de los actores individuales, sobre criterios y prioridades compartidos.

Ahora bien, mientras las instituciones del mundo entero están consensuando lineamientos para la ciudad y la vivienda, la actividad urbana-inmobiliaria - como sector responsable de producir y gestionar a diario la ciudad y sus espacios- no puede permanecer ajena. En línea con los desafíos del desarrollo a nivel global, con la mirada en nuestra realidad más allá de la coyuntura, proponemos construir en conjunto una Nueva Agenda Inmobiliaria.


Claves de trabajo
En las notas previas se propuso hacer propia la Visión consensuada en ONU-Hábitat respecto a la ciudad y el desarrollo; una serie de criterios de partida; y el compromiso de orientar la actividad urbana-inmobiliaria hacia tres principios rectores: inclusión, diversidad y sustentabilidad.
Para la bajada de esas pautas al día a día, proponemos en tanto tres claves de trabajo:
-          Gestión en redes, profundizando la articulación horizontal y vertical de la cadena de valor, y los esquemas de cooperación entre los actores públicos, sociales y privados;
-          Comprometida con el desarrollo en línea a una planificación estratégica de las ciudades y una gestión integrada del territorio, promoviendo ciudades compactas, mixtas y conectadas, y la articulación sustentable de las áreas metropolitanas y los vínculos urbano-rurales;
-          Innovadora en sus propuestas espaciales como en los modelos de negocios, financieros y de gestión, atendiendo a la vez al desarrollo de capacidades en la cadena de valor, la construcción colaborativa de conocimientos y una gestión abierta de la información.
También en este caso, las propuestas para la actividad urbana-inmobiliaria y esta Nueva Agenda inmobiliaria desde el sector privado, estarían alineadas con las pautas de ONU-Hábitat:

Revisando paradigmas
Como es lógico si aspira a impulsar cambios reales, la Nueva Agenda Urbana cuestiona miradas y prácticas habituales en todos los sectores. La actividad privada no es excepción; ciertos puntos desafían a revisar criterios que normalmente asumimos como inamovibles. Entre ellos:
-          Operar enfoques integrales en torno a la vivienda, e integrados hacia un desarrollo urbano inclusivo y sustentable, preservando y fortaleciendo los recursos ambientales y culturales.
-          Repensar los sistemas de propiedad, considerando el paso de la propiedad privada dominante a otras opciones de tenencia y renta a fin de mejorar el stock de vivienda accesible.
-          El rol central del espacio público, y el valor del patrimonio y las dimensiones culturales.
-          La función social y ambiental del suelo, impulsando un desarrollo territorial equilibrado con densidad, usos mixtos y mejora de las infraestructuras y de la vinculación urbano-rural
-          La determinación, monitoreo y gestión social de la plusvalía derivada del desarrollo urbano

El desafío común del desarrollo se juega en la ciudad. Como sector, como cadena de valor somos los responsables de producirla y gestionarla: ante un marco global renovado para las próximas décadas, es tiempo de pensar juntos una Nueva Agenda Inmobiliaria.
A través de sucesivas notas, desde este espacio fuimos sumando algunas primeras propuestas. Nos queda la tarea de avanzar en el debate sobre los aspectos particulares. Por lo pronto la inquietud, y algunas primeras líneas generales, quedan sobre la mesa.


Arq. Marcelo G. Satulovsky, MDI
@marcelosatu | Oct.2016


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