domingo, 7 de enero de 2018

Buenas Prácticas Inmobiliarias por Fabián García Redín

En mis clases de la Materia Administración, cuando estudiamos los Procesos Típicos de una Inmobiliaria, hago hincapié en la Buenas Prácticas Inmobiliarias. Seleccioné este Trabajo de un alumno porque es un buen recordatorio de todas las acciones que expresan Buenas Prácticas.

Fabián García Redín
Materia: Administración
Docente: Lic. Julio Valente

Test de Lectura C:
Buenas Prácticas Inmobiliarias
Curso 13016 / Martes Noche

Fabián García Redín
Noviembre 2017


Buenas Prácticas Inmobiliarias

En relación con nosotros mismos:
  • Cuidar nuestra presencia y modo de comunicarnos
  • Mantenernos actualizados. Organizar un plan permanente de formación. Recibir información diaria de noticias de nuestro sector. Tener contacto con la asociación profesional
  • Revisar a diario todas las comunicaciones que recibimos por cualquier vía


En la relación con los otros (clientes, colegas, compañeros, empleados):
  • No prometer lo que no se puede cumplir
  • Cumplir lo que se promete en tiempo y forma
  • Dar explicaciones de los si y los no
  • Ser colaborador y facilitador de la tarea
  • Ser puntual
  • Dar respuesta rápida y profesional por cualquier tipo de comunicación (mail, llamado telefónico, consultas web, Facebook, etc.)
  • Averiguar lo que desconocemos o nos provoca dudas y hacer llegar la respuesta adecuada


Al tasar una propiedad
  • Asistir con rapidez y puntualidad
  • Tomarse el tiempo necesario para la entrevista explicando nuestro trabajo, honorarios y servicios
  • Realizar una charla con los vendedores, partiendo desde preguntas generales y abiertas a cerradas y específicas que nos dejen en claro sus intenciones en cuanto a la venta o venta y siguiente compra
  • Tomar vista de la documentación necesaria de la propiedad
  • Tener un buen formulario para realizar la tasación y registrar datos, medidas, materiales, gastos habituales, etc.
  • Tasar con método profesional, a valores reales de mercado para la zona, tipo y características del inmueble que toca
  • Dar las explicaciones profesionales que nos llevan a determinar ese valor


Al tomar la propiedad
  • Firmar autorización en exclusiva donde conste claramente la comisión que cobraremos, el tiempo que dura la autorización, cómo se renueva o prolonga, ciertos compromisos del vendedor (combinar visitas con predisposición, entregar la documentación necesaria cuando sea el momento, dar respuesta en tiempo a posibles propuestas) y nuestras (cómo la comercializaremos, a través de qué canales publicaremos, si utilizaremos carteles y por cuanto tiempo, etc)
  • Informar con regularidad (semanalmente) el resultado de las acciones comerciales: qué se está consiguiendo, que no, y evaluaciones de lo que sucede y por qué
  • Debe ser un acuerdo claro y de cumplimiento demostrable, en el que ninguno se encuentre “atrapado”, ni se sienta engañado
  • Preparar al vendedor y su propiedad para recibir a los interesados (si va a estar o no presente, que cuidados debe tener en cuanto al orden y la limpieza, etc.)
  • Asesorar al vendedor sobre los trámites, implicancias impositivas y gastos esperables


Al comercializar la propiedad
  • Comprobar que la propiedad esté en condiciones de ser vendida y sus propietarios en la de venderla, mediante pedido de informes
  • Reunir toda la información necesaria para comercializar la propiedad y tenerla presente
  • Determinar el estado real del inmueble, dentro de los alcances del conocimiento de nuestra profesión y no cometer engaño al comunicarlo
  • Publicar con buenas fotos, videos, atractiva y precisa información. Incluir información del entorno, la zona, las vías de acceso, etc.
  • Dar respuesta rápidamente a las consultas y mostrarnos siempre dispuestos a asesorar y arreglar visitas
  • Combinar las entrevistas intentando buscar la mejor conveniencia de vendedor y comprador
  • Ofrecer la propiedad a quien realmente está buscando ese tipo de inmueble, evaluando y conociendo lo que busca
  • Compartir comisión con colegas


Al tomar una reserva
  • Tener modelos de reserva simples pero precisos en cuanto a la forma y el contenido, y cómo se sucederán los refuerzos y pagos, adecuadas a las situaciones más típicas (con o sin boleto, con crédito, condicionadas a compras o ventas, etc), y a las necesidades del reservante, que deban ser negociadas
  • Tomarlas solo cuando entendemos que las condiciones propuestas están dentro del margen negociable con el vendedor
  • Tomarlas con un importe básico para llevar la propuesta y de no prosperar ponerlo de inmediato a disposición para su retiro. Que el comprador no sienta nunca que la reserva es un fin, sino solo el medio adecuado para negociar su propuesta
  • Asesorar al comprador sobre los trámites, implicancias impositivas y gastos esperables.
  • Tener disponible la documentación de la propiedad y los recaudos que tomamos para saber que está en condiciones de ser vendida, para ser exhibidos
  • Charlar la propuesta con el vendedor. Cuando se alcance un acuerdo dejar la propuesta final firmada por el comprador, reforzada hasta la suma acordada, conformada por los vendedores con el compromiso de llevar la documentación necesaria a la Escribanía designada, de acuerdo al tipo de operación


Al realizar la operación
  • Realizar el boleto, en el caso de haber, enviándole el modelo a las partes y al escribano para que tenga conocimiento o proponga algún cambio
  • Pedir los informes necesarios, exhibirlos, entregar copia a los compradores y dejar todo esto registrado con firmas de conocimiento y recepción
  • Acompañar la operación hasta la Escritura aunque nuestro trabajo formal haya terminado en el Boleto. Mantenerse en contacto con todas las partes y los actores involucrados y al tanto de cómo se desarrollan los trámites.
  • Estar presentes en la escritura y tener pensadas acciones que nos dejen en contacto con todos y de ser posible alguna que perdure en el tiempo

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